Cuando una nueva realidad se presenta en tu vida….

                              por  Isabel Ramos

Uno   nunca piensa que le puede suceder… contempla acongojado las situaciones que tienen que vivir  otras personas y los caminos y luchas que deben enfrentar cotidianamente.

Y un día, en solo un instante, cambia todo, una nueva realidad se presenta, así, de imprevisto, sin aviso previo…

Una situación ajena a la propia determinación, un criterio médico mal decidido y el  mundo cambia.

Parálisis cerebral, ¿cómo se la enfrenta? ¿De qué manera actuar para lograr algún resultado? Cuando todo conspira en contra: desde la prepaga que rechaza o posterga prácticas  médicas, dispositivos o recursos para mejorar la calidad de vida, las instituciones y muchos profesionales que sólo ven a la salud como un negocio para obtener dinero, o las calles  sin rampas, veredas rotas, cruces obstruidos por autos detenidos… y aunque uno haga la denuncia y proteste, todo cae en saco roto.

Cuando la discapacidad entra en tu vida, todo cambia, la realidad se transforma. El “porqué” a nosotros  es reemplazado por: ¿qué hacemos? Buscar especialistas, tramitar el certificado de discapacidad, recorrer instituciones y escuelas con integración REAL.

No se escatiman recursos,  todo gira en brindar la mayor posibilidad para  poder desarrollar todas las capacidades que posee, tratando de lograr una mejor calidad de vida, con miras al futuro.

Descubrir, en este transitar, a personas maravillosas que orientan, acompañan y abren puertas, agentes facilitadores que ya transitaron o transitan por las mismas luchas   reclamos, teléfonos que se intercambian para recomendar profesionales, instituciones o lugares donde adquirir elementos  de ortopedia necesarios…

Los considero como “ángeles” que nos permiten no bajar los brazos, encontrar empatía es como sentir la mirada de Dios que nos dice : ”yo estoy con vos”.

Te  dan la fortaleza y sostienen en la perseverancia…

Un día descubrís que SOS vos que pasa un teléfono, recomienda un profesional o un lugar donde te pueden ayudar y te convertís en esa persona “facilitadora” para otras.

Vos sabés lo que significa esta batalla diaria contra la adversidad y reconocés con muchísima felicidad cada logro, cada mejoría o cada capacidad que se logró desarrollar y eso es maravilloso, ¡realmente maravilloso!.