Buscando escuelas para nuestros hijos nos hemos dado cuenta que si bien todas dicen enseñar valores , incluso en sus cartas de presentación, y acompañar el desarrollo de las aptitudes de los estudiantes, no todas lo hacen realmente .
Como familia hemos pasado por muchísimas instituciones escolares de los diferentes niveles educativos y la experiencia ha sido similar en varias de ellas; escuelas que se hacían llamar inclusivas y luego, sin siquiera conocer al estudiante, dicen no estar capacitados para trabajar con la inclusión que proponen.
Existen escuelas que dan por “sentado” que hablar de discapacidad equivale a hablar de personas con discapacidad intelectual , es decir que la persona con discapacidad no podría estudiar allí porque son colegios “muy exigentes” , desconociendo así la diversidad existente en relación a los distintos tipos de discapacidad (motora, sensorial, intelectual, etc. ) y lo más grave: desconociendo el enfoque del paradigma actual que establece la existencia de barreras (físicas, actitudinales) impuestas por el ambiente para que una persona con discapacidad pueda desempeñarse con libertad.
La idea de este escrito, además de contar lo complejo que puede ser encontrar una institución, también es puntualizar aspectos a tener en cuenta en la búsqueda de la misma:
- Considerar si buscamos escuelas de jornada simple o completa.
- Conocer la cantidad de alumnos por aula.
- La institución debe mostrarse abierta a recibir, en distintos momentos del ciclo lectivo, tanto a la familia como al equipo interdisciplinario que trabaja con el alumno/a dado que debe ser un trabajo en equipo y no un “como si”.
- Observar si presenta interés ante la posibilidad de tener un estudiante con algún tipo de discapacidad
- Explicar sobre los apoyos que nuestro hijo o hija necesita para transitar su escolaridad sin barreras o dificultades.
- Preguntarnos, la institución ¿ da respuesta al amplio espectro de necesidades educativas de sus alumnos o espera que todos desarrollen el mismo nivel de competencia de la misma manera, al mismo tiempo y con las mismas estrategias ?
- Debería aceptar la diversidad y transmitir dicha aceptación en el quehacer diario, dando respuestas adecuadas a cada uno, desde las propuestas áulicas.
- Solicitar el contacto de alguna familia de alumnos que ya asisten, para hablar con ella y que nos cuenten su experiencia como familia y estudiantes en la institución .
- Buscar en el sitio web y redes sociales cómo se desempeñan y comunican con las familias, como es su trabajo diario, etc.
- Solicitar hacer una visita guiada o recorrido de la escuela.
- observar que estén interesados en conocer al estudiante (en todo sentido ) y no se queden solamente con un diagnóstico médico.
- escuchar y observar a nuestros hijos luego de visitar la escuela, preguntarles cómo se sintieron, si estuvieron a gusto, qué sensaciones tuvieron, tanto ellos como nosotros, en ese primer encuentro.
Es importante que intentemos elegir una institución en consonancia con nuestras creencias, valores y necesidades, donde nuestros hijos/hijas puedan tener amigos/amigas , deseos de estar allí, sintiéndose queridos y puedan desplegar su potencial y por sobre todo, ser felices.
Para finalizar, tener en cuenta que todos estos puntos están resguardados en la Convención Universal de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes, contemplados en la Constitución Nacional y también en las modalidades de Inclusión de la Educación, que contempla a las personas , a los niños y a las niñas con discapacidad en sus derechos de ser escuchados, en su derecho a la educación en las Leyes Nacionales, Regionales, Provinciales y Jurisdiccionales que los contemplan y que de no ser escuchados y atendidos son vulnerados.
